Quienes somos
El Internado Nacional Barros Arana (INBA) es un liceo emblemático chileno de carácter municipal y laico, ubicado en la comuna de Santiago, frente al parque Quinta Normal. Comenzó a funcionar de forma independiente el 20 de mayo de 1902 en la presidencia de Germán Riesco, y la idea de crearlo fue de José Manuel Balmaceda en 1887 debido, en sus palabras, a la necesidad social derivada de las costumbres chilenas y de la dispersión de las dos terceras partes de la población en los valles y colinas del territorio.
El INBA fue el primer internado estatal de Chile y pertenece al conjunto de liceos emblemáticos, bastiones de la educación pública chilena y considerado como de los mejores liceos municipales del país. Es un establecimiento escolar que une las diversidades y distancias de Chile.
El Internado Nacional nació como una sección del Instituto Nacional en 1819 cuando éste se le implantó un semi-régimen de internado para que albergara alumnos de todo Chile, en un ala de cuyo edificio surgía al principio. La idea de fundar el Internado Nacional había nacido bajo la administración del presidente José Manuel Balmaceda, pero no se pudo concretar entonces, debido a la guerra civil de 1891. Balmaceda demostró que la finalidad del Internado Nacional debía ser "ilustrar al pueblo y enriquecerlo" , y esperaba que después de haber dado a éste "sus libertades civiles y políticas", se convirtiera en la "confirmación anticipada y previsora del porvenir de la grandeza de Chile". Tanto, el Inba, como, el Liceo de Aplicación comparte el mismo lema "Mens sana in corpore sano" (traducido del latín:
El aumento de los internos que se producía cada año en el Instituto Nacional motivó que se lo trasladara a la calle Santo Domingo, casi un siglo después, a un edificio diseñado a inicios del siglo XX, por el arquitecto francés Víctor Henry de Villeneuve, en 17 hectáreas (170 000m²) de terrenos vecinos a la Quinta Normal de Agricultura. El arquitecto se basó en internados franceses para diseñarlo.
El 22 de enero de 1902, el presidente Germán Riesco promulgó el Decreto Supremo n.º 90, por el cual el Internado Nacional abandonó su dependencia del Instituto Nacional e inició su vida independiente. Su primer rector fue el ingeniero agrónomo y profesor de castellano, Eduardo Lamas García, quien abrió el colegio el 20 de mayo de 1902 para los alumnos de provincias. Hasta hoy se considera ésta la fecha de su fundación, pero funcionaba desde el gobierno de Balmaceda, cuando se construyeron los primeros edificios.
El presidente Pedro Montt rebautizó el establecimiento cinco años más tarde, el 13 de noviembre de 1907, tras la muerte del historiador, diplomático y político Diego Barros Arana, con sus apellidos por su aporte educativo al país. El rector Lamas contrató a profesores suizos para proveer las asignaturas de matemática, física, química, ciencias naturales, gimnasia y francés; idioma en el que se impartían muchas de las clases. Hasta hoy una sección de patios interiores del internado se denomina los suizos, en recuerdo de aquellos maestros. Lamas fue reemplazado por Amador Alcayaga, a quien se debe la letra del himno del internado, con música del profesor Pedro Núñez Navarrete.
El INBA era entonces un complejo dotado con cine ( actual "Aula Magna"), piscina temperada, modernos laboratorios, canchas deportivas, academias, librería, correo, talleres, sastrería, casino, zonas verdes, estacionamiento de vehículos, clínica dental, lavandería, radio, y que comenzaba a ser reconocido en el exterior. Exalumnos residentes de otros países y de las antiguas provincias comenzaban a enviar a sus hijos a estudiar en las mismas aulas donde ellos se formaron. Hijos de inmigrantes alemanes, árabes, judíos, italianos, portugueses, franceses, ingleses, chinos y cientos de latinoamericanos confiaron al Internado la formación de sus hijos. El colegio albergó entre las décadas de 1920 a 1985 unos mil internos anualmente, donde el 10% del alumnado eran extranjeros o hijos de éstos.
En 1997, el INBA se convierte en el único liceo perteneciente a la Municipalidad de Santiago en ganar el Proyecto Montegrande o Liceo de anticipación y el 1 de enero de 2006 obtiene el reconocimiento de excelencia académica.
Para el aniversario de los 100 años del INBA, en 2002, se implementó el programa Beca Centenario, iniciativa del municipio cuyo objetivo era ofrecer oportunidades de acceder a una educación de calidad a alumnos provenientes de regiones. Los seleccionados, que debían presentar un rendimiento escolar de excelencia y provenir de familias vulnerables, estudiarían en régimen de internado, donde recibirían una alimentación completa (desayuno, merienda almuerzo y cena); además, aquellos que se quedaran los fines de semana, podrían acceder "asimismo" a un servicio de lavandería. La Municipalidad de Santiago costearía los pasajes al inicio y término del año y en periodo de vacaciones de invierno; financiaría total o parcialmente los útiles escolares y proveería los textos de estudios adicionales requeridos en cada asignatura, además de prestar otro tipo de asistencia.
En el año 2006 el edificio del INBA, construido a inicios del siglo XX, es declarado Monumento Histórico Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales.
NUESTRA VISIÓN
Proyectamos al Internado Nacional Barros Arana como un establecimiento educativo en que se fortalezca su valor patrimonial histórico y educativo, que desarrolle estudiantes formados integralmente, con carácter, valores, capaces de internalizar crítica y reflexivamente los cambios que experimenta el mundo desde una perspectiva humanista y desarrollar plenamente sus competencias intelectuales, emocionales, sociales y cívicas. En un marco de convivencia escolar democrática, cuya base sea el diálogo y el respeto hacia las personas y el entorno.
NUESTRA MISIÓN
Fortalecer la idea de un Internado Nacional, coherente con su herencia histórica, como sello particular del colegio para estar al servicio de los jóvenes del país y las familias que así lo requieran, y que potencie en nuestros estudiantes sus capacidades hacia el logro progresivo del desarrollo académico, cultural, deportivo y social. Como, así mismo, generar las condiciones para que puedan consolidar su identidad y elaborar su proyecto de vida en la búsqueda de la felicidad.
NUESTROS PRINCIPIOS
Equidad: Respeto a las diferencias individuales, sociales, culturales y étnicas. Promueve la igualdad de oportunidades para todos y todas.
Pertinencia: Respuesta a las necesidades educativas en congruencia con características sociales, económicas, políticas y culturales.
Participación, Pluralismo y Compromiso social: Elementos básicos de la vida democrática que requieren: capacidad y posibilidad de comunicación y de decisión.